Prólogo
Llueve. Hace frio,
me encuentro en la sala de estar de mi casa, la música de Joaquín Sabina está
de fondo, mientras analizo cada una de las palabras del final de “Persona
normal” del gran Benito Taibo, estoy confundida y algo dolida. Por fin está
listo mi té.
Miro detenidamente
el libro color naranja que está en mis manos, las lágrimas ruedan por su
portada, no consigo salir del impacto de cada palabra, y por fin, mi tetera
emite un sonido.
Me dirijo hacía mi
cocina, tomo mi té de manzana con canela, lo respiro, solo para sentir su
calor, me pega un golpe de nostalgia, recordando las últimas palabras de mi
doctor, y sólo me dedico a beber el té.
El sabor a canela
recorre mi garganta, las lágrimas vuelven a caer, confundiéndome sobre su
origen, si pertenecen al final del libro que recién concluí, o a la última
carta que me escribiste.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario