miércoles, 2 de agosto de 2017

Prólogo


Prólogo

Llueve. Hace frio, me encuentro en la sala de estar de mi casa, la música de Joaquín Sabina está de fondo, mientras analizo cada una de las palabras del final de “Persona normal” del gran Benito Taibo, estoy confundida y algo dolida. Por fin está listo mi té.

Miro detenidamente el libro color naranja que está en mis manos, las lágrimas ruedan por su portada, no consigo salir del impacto de cada palabra, y por fin, mi tetera emite un sonido.

Me dirijo hacía mi cocina, tomo mi té de manzana con canela, lo respiro, solo para sentir su calor, me pega un golpe de nostalgia, recordando las últimas palabras de mi doctor, y sólo me dedico a beber el té.

El sabor a canela recorre mi garganta, las lágrimas vuelven a caer, confundiéndome sobre su origen, si pertenecen al final del libro que recién concluí, o a la última carta que me escribiste. 

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